El duelo entre Manchester City y Real Madrid ya venía cargado de tensión deportiva, pero este martes Pep Guardiola añadió un toque inesperado en la antesala del partido. El técnico del City, que compartió vestuario y banquillo con Xabi Alonso en el Bayern Múnich, mostró empatía ante la situación que vive el entrenador merengue, cuestionado y bajo presión, aunque lo hizo con una frase tan llamativa como irónica: “Que mee con la suya. Y como no meará colonia, le irá bien”.
Guardiola lanzó la frase en tono de broma, incluso señalando que sería “el titular”, haciendo referencia a críticas que él mismo recibió en su etapa en el Barcelona, donde se le acusaba de mostrar una personalidad perfeccionista al extremo, resumida por la expresión “mear colonia”. Esta vez, el catalán utilizó el guiño para restarle dramatismo al entorno que rodea a su antiguo jugador.
Antes de su comentario, Guardiola había reconocido con franqueza su estima por Alonso. “Trabajamos juntos dos años y medio y fue increíble. Compartimos muchas cosas”, recordó, subrayando que Barcelona y Real Madrid son los clubes “más complicados de entrenar” por la presión constante.
El entrenador citizen también fue claro al señalar que la situación que vive el Madrid no le es ajena: “Todo gira alrededor de ganar, y cuando no ganas, ya sabes lo que sucede. A mí me pasó la temporada pasada”. Por eso, aseguró que tiene plena confianza en la capacidad de Xabi para manejar el momento y revertirlo.
Sin embargo, conforme avanzó la conferencia, Guardiola mostró fastidio por la insistencia mediática en el tema, recordando que él no tiene información privilegiada sobre el futuro de Alonso. “No he hablado con Florentino ni me ha dicho que mañana vaya a ser el último partido suyo si pierde”, zanjó.
Guardiola también dejó reflexiones más profundas sobre la dinámica interna de los equipos y la relación entre el entrenador y los jugadores. Para él, “la jerarquía, al final, es poder”, y depende de si la directiva decide otorgarlo al técnico o al vestuario.
Además, explicó que el crecimiento de un club no es lineal, sino un proceso constante lleno de altibajos: lesiones, desgaste y cambios naturales de un calendario largo. “Quiero que el equipo en octubre sea mejor que en septiembre, y así todo el rato. Y al final, se dictará sentencia”, afirmó.
Con el ambiente a flor de piel y dos equipos obligados a competir al máximo, el partido de este miércoles no solo definirá puntos importantes en la Champions: también pondrá a prueba la gestión emocional, la estabilidad y el carácter de dos entrenadores que se conocen bien y que llegan al cruce en momentos muy distintos de sus trayectorias.
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