Rocket Lab lanzó con éxito un cohete Electron el 14 de diciembre de 2025 a las 03:09 UTC (13 de diciembre en husos de América), desde su complejo Launch Complex 1, en la península de Mahia (Nueva Zelanda), para desplegar el satélite RApid Innovative payload demonstration SatellitE-4 (RAISE-4) de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Jaxa).
Según informó Jaxa, la separación del satélite ocurrió aproximadamente 54 minutos y 37 segundos después del despegue, y el estado inicial de la nave fue reportado como normal.
RAISE-4 es una plataforma de demostración que reúne ocho “temas” o cargas útiles de prueba, desarrolladas por empresas privadas, universidades e instituciones de investigación de Japón, de acuerdo a la información difundida por Rocket Lab y confirmada por Jaxa en sus comunicados.
En la comunicación corporativa posterior al despegue, Rocket Lab presentó el vuelo como su “primer lanzamiento dedicado” para Jaxa y lo encuadró dentro del Innovative Satellite Technology Demonstration Program, un esquema orientado a validar capacidades y tecnologías surgidas del ecosistema espacial japonés.
En el marco de ese programa, Jaxa define a su iniciativa como un mecanismo para ofrecer oportunidades de demostración en órbita a componentes, equipos y satélites pequeños desarrollados por universidades, centros de investigación y compañías, con convocatorias abiertas de manera permanente y una planificación de ventanas de lanzamiento periódicas.
El vuelo llegó tras una seguidilla de anuncios de reprogramación. El 12 de diciembre, Jaxa informó que Rocket Lab le comunicó una nueva fecha y hora de lanzamiento para RAISE-4: el 14 de diciembre a las 12:00 (hora de Japón), desde Mahia y mediante un Electron.
Del lado de Rocket Lab, la compañía había explicado días antes que estaba “adelantando” otra misión dedicada de Electron —para el Korea Advanced Institute of Science and Technology (Kaist)— y que ese vuelo pasaría a preceder al lanzamiento para Jaxa. En ese mismo comunicado describió el reordenamiento como una muestra de “eficiencia operativa, capacidad de respuesta y flexibilidad” para atender las necesidades de clientes con un manifiesto creciente.
En términos prácticos, el caso ilustró un rasgo estructural del mercado de lanzadores livianos: la capacidad de absorber cambios de último momento sin perder cadencia anual, algo especialmente relevante cuando los satélites son de bajo peso y de integración rápida, y cuando el valor para el cliente está en el acceso dedicado (sin compartir la misión con otros).
Para Rocket Lab, “RAISE And Shine” funcionó como una credencial comercial adicional en el segmento institucional internacional. La empresa señaló que se trata del primero de dos lanzamientos dedicados contratados por Jaxa bajo el programa, con una segunda misión prevista para el primer trimestre de 2026.
La firma también ubicó el contrato en una tendencia más amplia: mayor integración de proveedores comerciales en programas espaciales nacionales, con contratos que priorizan regularidad, confiabilidad y acceso dedicado.
En ese marco, el CEO de Rocket Lab, Peter Beck, sintetizó el posicionamiento de la empresa en una frase: “This dedicated mission delivered precision and reliability for one of the world’s most respected space agencies”, dijo al anunciar el resultado del vuelo.
Para Jaxa, el despliegue exitoso de RAISE-4 habilita el inicio de la fase de operación y de validación en órbita de las ocho tecnologías seleccionadas, dentro de un programa que busca reducir la brecha entre laboratorio y aplicación espacial efectiva, al facilitar pruebas en condiciones reales de vuelo.
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